Desde la antiguedad la naranja ha formado parte de diversas composiciones artísticas. Velázquez o Boticelli ya las incluían en sus cuadros.
Pero fue a mediados del siglo XIX y principios del XX cuando se convierte en el símbolo de riqueza y progreso de la tierra valenciana. Por ello, diversos pintores de renombre como Muñoz Degrain, Pinazo o Sorolla la utilizarán como tema principal de algunas de sus magníficas obras.
En varios carteles las naranjas aparecen junto a Mercurio, simbolizando la agricultura y el comercio, pilares básicos durante décadas de la economía valenciana.
A partir de la primera década del siglo XX, gran parte de los pintores modernistas se inclinaron por la temática regional, con los personajes vistiendo trajes tradicionales y llevando las frutas típicas de cada zona que en Valencia son, cómo no, las naranjas.
La naranja en esta corriente pictórica simboliza la alegría de vivir, la plenitud, el amor… Pero también cierto simbolismo religioso, como observamos en el monumental cuadro «Las grupas», de Joaquín Sorolla, (obra parte de «Visiones de España», encargo de la Hispanic Society of America), al ofrendar a la deidad el enorme racimo de naranja como don más valioso.
Repite temática nuestro insigne pintor en otras pinturas como «Valenciana cogiendo naranjas», «Ramillete de mandarinas» o «Entre naranjos», de título homónimo al de la famosísima obra del gran Blasco Ibáñez.
En dicha novela los huertos de naranjos son un protagonista esencial de la historia, dando un ambiente poético y sensual. El aroma del azahar y la belleza de los campos invitan al romanticismo.
José Pinazo por su parte da una visión más simbólica y algo tópica de la naranja en varias de sus obras, como por ejemplo en su premiada «Floreal». Su hermano Ignacio por otra parte, rinde homenaje a nuestra apreciada fruta en su alegoría escultórica «Ofrenda».
La naranja es motivo recurrente incluso en el edificio más emblemático de la ciudad de Valencia: el Ayuntamiento. Ya en la fachada aparecen guirnaldas y cornucopias engalanadas de nuestro cítrico favorito, obra de José Benlliure. Y en los techos del salón de fiestas del mismo lugar pintados por Tuset, aparece una figura con alas de mariposa y naranja en mano.
Por último destacar que incluso en el himno regional valenciano la naranja tiene una línea destacada:
«Brinden fruites daurades el paradisos de les riberes»
Que podría traducirse por :
«Brindan rico tesoro los naranjales de las riberas».
Fuentes :
- Elaboración propia.
- Obra de Javier Pérez Rojas.
- Editorial Prensa Valenciana.